Los suelos de madera son vulnerables a los cambios de estación. Aunque, ¿conoces los motivos?

Desde Daiba te explicamos qué sucede con los suelos de madera en verano y las medidas que podemos adoptar para conservarlos en excelente estado.

REACCION DE LOS SUELOS DE MADERA EN VERANO:

Como sabemos, la madera y sus derivados son productos higroscópicos.

Esto quiere decir que los suelos de madera están sujetos a sufrir modificaciones en función de las condiciones ambientales, principalmente cuando hay humedad o el clima es muy seco.

La madera se dilata o contrae en función de la humedad que intercambia con el ambiente.

Esto significa que las condiciones climatológicas del verano influirán de manera directa en el comportamiento de los suelos de madera.

.QUE SUCEDE EN VERANO?

Durante los meses secos y calurosos del verano, la madera tiende a contraerse.

Por el contrario, en invierno la madera tiende a expandirse debido a que las células de la madera absorben mayor cantidad de agua.

El problema de esta reacción es que las juntas se pueden separar y, especialmente en el caso de la madera maciza, podrían aparecer grietas u otros efectos como las deformaciones cóncavas.

COMO EVITAR LA HUMEDAD, EL SOL Y LAS ALTAS TEMPERATURAS?

La sensibilidad delos suelos de madera ante los cambios de estación nos lleva a tener que tomar ciertos recaudos para conservar su buen estado.

Como primer paso, debemos procurar conservar la humedad ambiental dentro de los límites que fija el fabricante. En general, se sitúan entre los 40 y los 65 grados de humedad relativa.

Para conseguir este nivel de humedad en nuestra vivienda, la solución es utilizar humidificadores para conservar un nivel óptimo de humedad para la madera.

Aunque, si no está dentro de tus posibilidades, una alternativa es colocar unos recipientes de agua en las distintas estancias de la casa para que la evaporación aumente el grado de humedad.

Los suelos de madera también reaccionan ante la presencia del sol y las altas temperaturas.

Asegúrate de que los rayos del sol no incidan directamente sobre los suelos, ya que esto podría provocar decoloraciones, oscurecerlos o dañar el barniz.

Ten en cuenta que, si el suelo de madera se seca demasiado, también puede dañarse.

Lo recomendable es fregar el suelo con más frecuencia, escurriendo bien la fregona para evitar el exceso de humedad.

También debemos de tener cuidado con el uso del aire acondicionado, ya que este tipo de aparato tiende a crear ambientes secos, pudiendo afectar los suelos con pequeñas grietas.